domingo, 12 de junio de 2011

¿Dónde queda el deseo de los ciudadanos?

En las pasadas elecciones autonómicas canarias, el Partido Popular dejó de ser la tercera fuerza política para convertirse en la primera; superando en número de votos a Coalición Canaria y al Partido Socialista. No obstante, el número de diputados de las fuerzas más votadas (PP y CC) pasó a ser el mismo. Se abría entonces una batalla por saber que pactos se establecerían para poder nombrar un nuevo presidente. Finalmente, tras unos días de incertidumbre, Coalición Canaria volverá a gobernar otros cuatro años más gracias al apoyo que tendrán de los socialistas.

Ésto se veía venir y refuerza lo que escribí en el anterior artículo, es necesaria una segunda vuelta. No entiendo como el partido más votado puede quedarse sin gobernar, bueno lo entiendo en el sentido de que lo que menos importa a estos políticos son los ciudadanos. Me reafirmo en mi teoría de que muchos políticos no tienen ni memoria ni decencia, ya que por seguir disfrutando de los privilegios que tienen son capaces de aferrarse al poder hasta el último instante.

Está claro que hay muchos políticos honrados pero no representan una mayoría en la idea de la gente. Por ello es necesario que éstos auténticos políticos sean los que tengan las riendas de los gobiernos; políticos que sepan cuando ha llegado el momento de dejar el poder; políticos que sepan aceptar la decisión soberana y no intenten por cualquier medio perpetuarse legislatura tras legislatura. Un ejemplo de ello lo vemos en el presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que ignora las continuas proclamas de un país que no lo aguanta más mientras el se dedica a hacer de todo menos irse.

Creo que el siglo XXI depara muchísimos retos y será el momento en el que deban aparecer grandes líderes honestos y comprometidos capaces de superar las dificultades y vean en personajes como Wiston Churchill modelos a seguir, ya que tal vez no les toque levantar a su pueblo durante un gran conflicto internacional pero que si tendrán que hacer frente a problemas económicos cada vez más graves y a una delincuencia cada vez mayor. Tal vez todo ésto que escribo sea una utopía o a lo mejor es que soy demasiado joven e idealista pero son mis ideas.

1 comentario:

  1. La segunda vuelta es imprescindible si queremos un mínimo de calidad democrática.
    Hay que seguir luchando por ello.

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