martes, 21 de agosto de 2012

Sánchez Gordillo, aberración política


La primera vez que escuché a Sánchez Gordillo fue en una entrevista concedida a Jordi Évole, tácito admirador, en la cual explicaba las facilidades para conseguir vivienda y trabajo en Marinaleda. El alcalde andaluz era un tanto peculiar, ambientando su despacho una bandera de la fracasada II República y un cuadro de un personaje ajeno al sistema legal e institucional español, un personaje de dudosa admiración: el Ché Guevara.

Un punto clave en el armonioso funcionamiento del pueblo era la forma en que se invertían los ingresos del ayuntamiento, organizando una batida las autoridades para conocer la opinión de los vecinos. No obstante, la parafernalia vinculada al Sindicato Andaluz de Trabajadores y las cuantiosas subvenciones recibidas por la Junta de Andalucía son los factores que han permitido el "éxito" local de su democracia asamblearia.

En otro plano, como nacionalista comprometido a luchar por “esa nación sin soberanía llamada Andalucía”, el alcalde de Marinaleda niega el trabajo y la vivienda a quien no sea del pueblo. Por ello surgen algunos interrogantes: ¿Cómo puede compaginar comunismo y nacionalismo? ¿Podríamos concluir que ambas ideologías comparten cierta incoherencia? ¿Podríamos llegar a pensar que tienen algo en común? ¿O simplemente Sánchez Gordillo es un farsante sin principios?

Este señor proclama el fracaso del capitalismo y promociona su destrucción, mientras defiende un sistema trasnochado cuyo fracaso e intentos por ocultarlo son evidentes en la URSS, Cuba o Corea del Norte. Gordillo ignora la imposibilidad de sustituir un sistema que, con evidentes fallos, reporta más riqueza y bienestar que cualquier otro que se haya inventado. Siguiendo la línea ideológica de Willy Toledo, se posiciona junto a los estados totalitarios que aplastan cualquier atisbo de discrepancia política, defendiendo consecuentemente los regímenes cubano y norcoreano.

El asalto a un supermercado junto a sus amigos sindicalistas “captasubvenciones”, hizo que su nombre saltara a la palestra por segunda vez. A pesar que los alimentos fueron repartidos entre familias necesitadas, el acto constituye un delito injustificable y una falta de responsabilidad política. Muchas familias se encuentran en circunstancias pésimas pero se niegan a robar, encontrando refugio en comedores sociales, organizaciones benéficas y la Iglesia. Por lo tanto, resulta evidente que la sociedad española no necesita un falso Robin Hood. 

El asalto al Mercadona, empresa creadora de empleo durante la crisis, constituyó un acto cobarde, siendo muy fácil para la tropa sindicalista empujar y amedrentar a las humildes cajeras, quienes únicamente defendían sus puestos de trabajo y el sustento de sus familias. Los vídeos que circulan por la red muestran la deleznable forma en que los asaltantes arramplaron con los carros, ante el estado de nerviosismo y ansiedad de las trabajadoras del supermercado.


Siguiendo la crítica realizada por Toni Cantó, me asaltan algunas dudas: ¿Por qué Sánchez Gordillo no atraca un banco? ¿Por qué el alcalde comunista no tiene la valentía de asaltar un furgón blindado? ¿Son los humildes trabajadores de Mercadona sus enemigos? ¿Quién puede asegurar que el próximo asalto no lo sufra un humilde tendero? ¿No se da cuenta Sánchez Gordillo que actúa contra los que torpemente pretende defender? 

La actitud del alcalde andaluz supone un insulto a la democracia, no sólo por la cobardía de asaltar un supermercado que dispensa buen trato a sus empleados, sino también por ser un distinguido proetarra. Aquí se puede apreciar la carencia de seriedad democrática y los disparatados proyectos políticos del señor Gordillo; por todo ello, la justicia debe actuar e impedir comportamientos de esta clase.

Como conclusión final, el objetivo del falso justiciero comunista es crear un ambiente similar al intento de revolución asturiana de 1934. Siguiendo la estela de la izquierda irracional de aquella época, el alcalde de Marinaleda no descansará hasta tumbar a un gobierno legítimamente constituido.

lunes, 6 de agosto de 2012

The autonomies decadence


Remembering Adolfo Suarez´s sentence: “Spanish transition was an exemplar for the rest of the world”; a country which recent history had been convulsed carried out the reconciliation. The Transition and 1978 Constitution were great achievements due to it gathered the diverse political interests that existed in Spain during those years. The political “harakiri” from pro-Franco Right empower the arrival of Democracy; in addition, the leaderships of personalities such as Adolfo Suarez or the king Juan Carlos were crucial. Everything happened in a moment which Spanish society was claiming “liberty” and the political oposition was increasing their support.

However, thirty years later, the current Constitution and self-government right have not usefulness. That´s why excesses of autonomic model against the national union and the corrected democratic function shouldn´t be permitted, specially in a moment that economical and decadent situation press-gang to adopt strong measures in order to recover the confidence of global markets.

The Autonomic Comunities have become placement agencies, wastes, duplicities, debt and particular toys of parties; not being close to citizens, otherwise the failure prototype. As a result of that we can talk about the ominous valencian administration, the autonomic andalusian cesspit and the increasingly nacionalist Catalonia, Canaries and Basque Country due to the cavernarian nacionalist parties that govern these regions.

The last episode of autonomic excess took place at the Council of Economical and Fiscal Policy, where catalan delegation defied the minister and andalusians backed away from negotiation table. Antonio Griñán justified the put-down saying debt limit, the prohibition of spend more money that you have, is an attack against Andalusia and the equality of all the Spaniards. In addition, for the president of regional government, the application of the limit supposes a great hit for andalusian public sanitation and education.

Where lives Mr Griñán? Does he know a bigger money spending doesn´t mean better results? Does he know Andalusia is the most investor in education and its results are the poorest? Is he concerned about the chimera of the expression “equality among Spaniards, wherever they live”? Does not understand it´s impossible the equality meanwhile legal and judicial differences exist? How is possible the regional president claims in order to get the equality meanwhile his populist behavoir the only thing that provokes is the division of Spain in mud battles?

The behavoir of Catalan nacionalism is on top, discovering its hypocrisy and double-action. Increasingly citizens are concerned about the absense of moral rules that affects nacionalist politicians; they are poisoning young people with their derivative paraphernalia. They teach from their decadent administrations the hate against Spain, and promote an ideological thinking which origin is the economical insterests of Catalan bourgeoisie dedicated to the textile industry during the last third of XIX century.

The false political dignity also characterizes nationalists; it means, meanwhile they are claiming for a self-Chancellor of the Exchequer, they will receive the rescue in order to avoid the suspension of payments. Either the cowar and impolite act of stand the minister up has been correct; at the same time, nationalists disregard is not convenient to bite the hand that will feed and help them.

The unsustainable State of Autonomies, so called “coffee for everyone”, will fall due to its self-weight and instability. According that, the Government should have the duty to demand political conditions, such as the comeback of competencies in education and sanitation. Finally, it could be the first step to get an equaler and more centralised Spain.

jueves, 2 de agosto de 2012

La decadencia autonómica


Como célebremente dijo Adolfo Suárez: "la transición española fue un ejemplo para el resto del mundo"; un país cuya historia reciente había sido convulsa, sellaba completamente su reconciliación. La Transición y la Constitución de 1978 fueron una gran obra de ingeniería, ensamblando los diferentes intereses del bloque de corrientes políticas existentes en la España del momento. El harakiri político de la derecha franquista permitió la llegada de la democracia, junto al liderazgo ejercido por personajes como Adolfo Suárez o el rey Juan Carlos, en un momento en el que la sociedad española clamaba libertad y la oposición política ganaba cada vez más adeptos.

No obstante, treinta años más tarde la Constitución de 1978 y el derecho a la autonomía han dejado de tener validez. Los excesos del modelo autonómico contra la identidad nacional y el sano funcionamiento democrático no deben continuar, sobre todo en un momento en el que la situación económica y decadente del país exige políticas firmes que permitan a España un respiro de los mercados.

Las Comunidades Autónomas se han convertido en agencias de colocación, derroche, duplicidades, endeudamiento y patios particulares de los partidos políticos, no siendo un modelo de acercamiento al ciudadano, sino el prototipo de fracaso por excelencia. Muestras de ello lo deja la nefasta administración valenciana, el pozo sin fondo autonómico andaluz y las cada vez más nacionalistas Cataluña, Canarias y País Vasco, gracias a los cavernarios partidos nacionalistas que las gobiernan.

El último capítulo del exceso autonómico tuvo lugar en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde la delegación catalana plantó al ministro y los andaluces abandonaron la mesa de negociaciones. Antonio Griñán justificó el desaire argumentando que la fijación del límite de endeudamiento, es decir, la prohibición de gastar más dinero del que se tiene, supone un ataque a Andalucía y rompe la igualdad de todos los españoles. Además, para el presidente de la Junta, la puesta en marcha del límite supondrá un duro golpe a la educación y sanidad pública andaluza.

¿En qué planeta vive el señor Griñán? ¿No se da cuenta que mayor gasto no implica mejor resultado? ¿Acaso no sabe que Andalucía es la comunidad que más gasta en Educación y la que peor resultado obtiene? ¿Acaso es tan populista que no se da cuenta que la igualdad entre españoles, vivan donde vivan, es una quimera? ¿No entiende que mientras sigan existiendo privilegios fiscales o diferencias legales y jurídicas será imposible la igualdad entre españoles? ¿Cómo puede reivindicar igualdad entre compatriotas mientras su actitud caciquil lo único que consigue es dividir a la nación en luchas fangosas?

El caso de los nacionalistas catalanes se lleva la palma, quedando al descubierto la hipocresía y doble rasero con el que desarrollan su actividad política. Cada vez más ciudadanos se dan cuenta que los nacionalistas no tienen principios, envenenan la juventud con la parafernalia nacionalista carente de raciocinio, inculcan desde sus decadentes administraciones el odio a España y promocionan una corriente ideológica cuyo origen reside en los intereses pueblerinos de cierta burguesía catalana textil durante el último tercio del s.XIX.

La falsa dignidad política también caracteriza a los nacionalistas; es decir, mientras reivindican una Hacienda propia, se acogen al fondo estatal de ayuda para evitar la suspensión de pagos. Tampoco dice mucho de ellos el acto cobarde y maleducado de dejar plantado al ministro, ignorando la inconveniencia de morder la mano que los salvará de ahogarse en sus propias deudas.

El insostenible Estado de las Autonomías, el llamado “café para todos”, caerá por su propio peso e inviabilidad. Para acelerar ese proceso, el Gobierno debe tener las agallas de exigir contraprestaciones políticas a cambio del rescate autonómico. Un buen ejemplo sería la devolución de competencias como la sanidad o la educación, siendo los primeros pasos para la restitución de un Estado centralizado e igualitario para los españoles.