Escribo este artículo porque desde hace un tiempo me he dado cuenta de que la sociedad está expuesta a una serie de elementos que repercuten negativamente en su educación y cultura. No me refiero a la delincuencia, que debe ser reprimida con mano firme, sino a un determinado medio de comunicación, la televisión. La televisión puede ser de gran utilidad para la sociedad pero también puede llegar a ser un gran foco de violencia, deshonestidad y falta de escrúpulos.
No pretendo atacar la televisión en general, tan sólo aquellos programas como “Sálvame” o “Supervivientes” en los que lo más importante es hundir a la gente y especular sobre ella sin ningún tipo de reparo. Un aspecto a destacar es el ambiente en el que estos programas se desarrollan, me refiero a la falta de cuidado a la hora de emitir contenidos inadecuados en un horario supuestamente infantil. Es cierto que en la actualidad la mayoría de programación, ya sea española o extranjera, utiliza contenidos sexuales explícitos y palabras poco adecuadas, no obstante hay un límite y algunos programas como el anteriormente mencionado “Sálvame” lo superan.
Aquí dejo algunas de las perlas que sueltan los “periodistas” e invitados a las órdenes de Jorge Javier Vázquez: “tú te callas porque das hasta asco oirte”, “para la edad que tienes estás hecha una mierda”, “la Edad Media es el período hasta que los seres humanos hacen la escritura” o “un monumento de la Edad Media: el acueducto de Segovia”. Todas estas citas son de las más suaves que he podido encontrar pero no hace falta buscar mucho, simplemente ver tan sólo 5 minutos del susodicho programa un día en el que no se tenga nada que hacer.
Otro aspecto destacable es como los espectadores que van al programa gritan y aplauden con júbilo a cada bestialidad de los “colaboradores” o “invitados”, como si fueran ciudadanos romanos viendo batirse en duelo a gladiadores y bestias en el Coliseo. A pesar de que sería un alivio para la Educación y la Cultura que programas de este tipo desapareciesen, estamos en un país democrático con libertad de expresión y ello quiere decir que no deben de ser los políticos los que acaben con este tipo de programación, sino los propios televidentes con su libertad al poder cambiar de canal.
Fantástico. Claro y conciso. Totalmente de acuerdo, en especial, con la reflexión final.
ResponderEliminarMuchas gracias Maduroman! :)
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