domingo, 26 de octubre de 2008

Varios siglos de Leyenda Negra.


Debemos de estar concienciados de que en la historia de España hay luces y sombras; aunque se intente imponer que fueron más abundantes las sombras en el papel de España en el Nuevo Mundo, debemos deshacernos de los clichés y valorar la historia española en América desde un punto de vista objetivo.

Los conceptos más habituales que se manejan con respecto a la relación de la metrópoli española con las colonias americanas son muy dispares, tales como la realización del mayor genocidio en la historia de la Humanidad, alcanzando la astronómica cifra de 90 millones. Además, las relaciones de los colonizadores con los nativos se basaron únicamente en el maltrato, la violación y la excesiva autoridad.

No obstante, hay muchos datos conocidos por unos pocos que niegan frontalmente todo lo expresado con anterioridad. Estas explicaciones son de todo tipo, por ejemplo económicas, demográficas, culturales e incluso ideológicas.

El quechua, lengua de los nativos precolombinos mejicanos, es lengua cooficial en junto con el español. No se corresponde la actual situación de la lengua indígena con un supuesto genocidio, que en palabras de algunos historiadores cortó el desarrollo cultural al otro lado del Atlántico. Tampoco sería lógico que una lengua de ese tipo perviviese hasta nuestras fechas si la población que la hablaba pereció. No sólo la pervivencia del quechua demuestra la injusticia histórica cometida contra España, también la existencia de numerosas tribus indígenas en selvas sudamericanas, que conservan sus costumbres y su religión, demuestran que no fue el "lobo" tan fiero como lo pintan.

Hay una famosa frase que dice: "Un pueblo no se conquista, si antes no se ha destruido a sí mismo". Esto está muy relacionado con el tema que estamos tratando, debido a que muchos ignoran cómo Pizarro pudo conquistar México con sólo 600 hombres. No sabe que parte de los nativos mejicanos pasaron a formar parte en las filas del ejército castellano, debido a que estaban fuertemente enemistadas con los aztecas, la tribu dominante por aquel entonces en el territorio; y que según las fuentes históricas, ejercía su liderazgo de una forma cruel.

Otro gran punto a favor de las "teorías negras" es la alabanza que se hace al alto grado de desarrollo cultural y astronómico de los pueblos precolombinos. Es indudable la perfección del calendario maya pero muy poca gente recuerda la religión que practicaban estos pueblos. Ciertamente, la religión católica por aquel entonces tampoco es que fuera de lo más tolerante pero, a diferencia de los mayas, incas y otros muchos pueblos, no hacían sacrificios humanos; unos sacrificios cuyas herramienta era el secuestro de individuos de otras tribus. Sus rituales mágicos y religiosos eran como mínimo grotescos, tales como destripar a la persona aún con vida.

Otra de las cosas que se le echa en cara a España es la intención con la que colonizó América, poniéndo como razón última el deseo de evangelizar y llevar la cultura. Nadie puede negar que España invadiera América con fines coloniales y con el deseo de incrementar su influencia en la esfera global; pero no podemos juzgar los hechos del pasado con la mentalidad del s.XXI. Es decir, no podemos criticar a Pizarro  por conquistar México para la Corona de Castilla cuando lo normal en aquella época era eso. Con mentalidad del s.XXI no se deben juzgar los hechos del pasado, principalmente porque de esa forma nunca se podrá llegar a entenderlos completamente.

Los que apoyan la Leyenda Negra se empeñan en demostrar que la actividad intelectual y educativa hispanoamericana durante la conquista y los años que siguieron fue nula. Esto es completamente falso, apoyándonos en un simple dato podemos desarticular toda esa maraña: la primera universidad que se construyó en el Nuevo Mundo era propiedad española y se hizo exclusivamente para la educación indios. No se entienda por Educación filosofía o matemáticas, entiéndase principalmente la lectura de los libros sagrados y toda esa parafernalia propia de los misioneros. Otro dato nada despreciable nos dice que España construyó más universidades de este tipo que otras grandes potencias coloniales europeas juntas; todo ello estrechamente relacionado con la concepción que se tiene de los nativos en las distintas metrópolis, es decir, un español tenían permitido casarse con una indígena y viceversa; pero un inglés o un holandés lo tenía terminantemente prohibido, de ahí que la población mestiza en las antiguas colonias aglosajonas (EE.UU, Australia y en una última etapa La India) sea escasa.

Aunque suene extraño, había una legislación que pretendía la protección e integración del nativo con respecto a los españoles; siendo la institución protectora de los primeros la Inquisición. Cierto es que persiguió con tenacidad a los herejes, pero tampoco reparó en los medios para garantizar la protección de los indígenas, que por otra parte eran un gran "reto" con vistas a la conversión. Un ejemplo típico de lo explicado puede ser el "caso Colón", que fue llamado de regreso a España por los Reyes Católicos, que habían recibido la denuncia de que el conquistador estaba maltratando a los indios, tampoco restemos importancia a que Cristóbal Colón tenía muchas deudas, y que esa mezcla fue la que determinó su ingreso y muerte en prisión.

Los máximos responsables de que la Leyenda Negra haya calado profundamente la tienen las potencias anglosajonas; que vertieron una multitud de falacias sobre el papel español en Sudamérica. Es aquí donde se aplica el dicho "somos capaces de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio", con ello quiero decir que si comparamos la gestión inglesa en América con respecto a la española, podemos ver que estos últimos pusieron en práctica un modelo de integración de lo más novedoso.

Uno de los baluartes españoles  de la Leyenda Negra es Fray Bartolomé de Las Casas, que vió casos de abusos e intimidación, pero aislados e incluso dudosos, ya que en todos sus relatos nunca desvela la identidad del colono así como tampoco el lugar donde se producen los hechos.

Lo peor de todo es que esa versión que nuestros enemigos vertieron sobre nosotros ha calado profundamente en la mentalidad de los propios españoles y les llega hacer despreciar su propia historia; y es esto, el despreciar la propia historia nacional, uno de los mayores errores que comete un país, porque sin conocimiento del pasado no se puede razonar el presente, ni mucho menos crear un espíritu fuerte.

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