Actualmente no sólo se cuestiona la existencia de España por parte de sectores nacionalistas, sino que también se encuentra en crisis la estructura política que trajo consigo la Constitución de 1978, no sólo con respecto a las autonomías, sino también con respecto a la Ley de partidos y el sistema electoral. Son estos dos aspectos concretos los que más inciden en la desconfianza ciudadana y en la decadencia de la España democrática y estable que intentamos construir.
Por una parte, la Ley de partidos ha tenido como consecuencia el excesivo aglutinamiento de poder por parte de las directivas de las formaciones políticas, las cuales anteponen sus intereses partidistas al bienestar e interés ciudadano. La máxima expresión de este despropósito son las listas plurinominales de origen cerrado y selectivo, en las cuales la promoción política no está basada en dotes de liderazgo, experiencia o profesionalidad, sino en la fidelidad que el individuo esté dispuesto a jurar a la directiva de turno.
En un mismo sentido y dejando al margen el excesivo control de las direcciones, el sistema electoral favorece con un plus de representatividad aquellos partidos de ámbito regional que convierten la cámara nacional en el lugar de resolución de conflictos territoriales. Esta disfunción entre la teoría constitucional y el funcionamiento real del sistema trae consigo el sinsentido de la existencia del Senado, auténtica cámara de representación territorial reconocida por el artículo 69 de la Constitución, siendo prácticamente un órgano desvirtuado y residual.
En definitiva, los partidos nacionalistas condicionan la actividad de la cámara representativa del interés nacional, actuando como "partidos bisagra" a la hora de otorgar la confianza parlamentaria a los gobiernos nacionales cuando estos no poseen una mayoría suficiente. Tal y como se desarrolla nuestro sistema, partidos de ámbito nacional como Izquierda Unida o Unión Progreso y Democracia tienen muchísima menos representación parlamentaria que Convergencia y Unión, el Partido Nacionalista Vasco o Coalición Canaria, a pesar de haber conseguido muchísimos más votos.
Varias reformas son requisitos indispensables para volver a recuperar la confianza ciudadana en la democracia y para una mayor participación en la vida pública: cambios en la ley de partidos y mayor transparencia en los ingresos y gestión del gasto; suspensión del sistema D´Hont, transformación del Congreso de los Diputados en auténtica cámara de proyección nacional y la imprescindible reforma del régimen autonómico, comenzando por la devolución al Estado de competencias esenciales como la Educación o la Sanidad.
Estas ambiciosas reformas hacen indispensable una compleja reforma de la Constitución que probablemente ciertos partidos políticos bloquearán de acuerdo a intereses sectarios, pero que la mayor parte de la población apoyará, siendo una cuestión que trasciende el mero término de la "mayoría absoluta".
Finalmente, en un ámbito mucho más específico, expreso mi repulsa frente a la maquiavelista estrategia política del señor Artur Mas, quien enmascara su pésima gestión económica con el debate soberanista; un debate que se le ha escapado de las manos y ha acabado atropellándolo Su torpeza ha propiciado una de las situaciones más complejas de la Cataluña reciente: la formación de un gobierno estable depende de una izquierda (Izquierda Republicana de Cataluña) que rechaza frontalmente la política de recortes del presidente de la Generalitat.
Todo ello, unido a la desconfianza que genera la galopante corrupción y las excesivas subvenciones a partidos políticos, sindicatos y patronal hacen que nuestra democracia, y por tanto la idea de España, se tambalee. ¿Podrá España ocupar el lugar que le corresponde entre las primeras democracias mundiales? ¿Seremos capaces de emprender las reformas necesarias? ¿Sobrevivirá España al desafío secesionista?
sábado, 29 de diciembre de 2012
martes, 21 de agosto de 2012
Sánchez Gordillo, aberración política
La primera vez que escuché a Sánchez Gordillo fue en una entrevista concedida a Jordi Évole,
tácito admirador, en la cual explicaba las facilidades para conseguir vivienda y trabajo en Marinaleda. El alcalde andaluz era un tanto peculiar,
ambientando su despacho una bandera de la fracasada II República y
un cuadro de un personaje ajeno al sistema legal e institucional
español, un personaje de dudosa admiración: el Ché Guevara.
Un punto clave en el armonioso funcionamiento del pueblo era la forma en que se invertían los ingresos del ayuntamiento, organizando una batida las autoridades para conocer la opinión de los vecinos. No obstante, la parafernalia vinculada al Sindicato Andaluz de Trabajadores y las cuantiosas subvenciones recibidas por la Junta de Andalucía son los factores que han permitido el "éxito" local de su democracia asamblearia.
En otro plano, como nacionalista comprometido a luchar por “esa nación sin soberanía
llamada Andalucía”, el alcalde de Marinaleda niega el trabajo y la vivienda a quien no sea del pueblo. Por ello surgen algunos interrogantes: ¿Cómo puede compaginar comunismo y
nacionalismo? ¿Podríamos concluir que ambas ideologías comparten
cierta incoherencia? ¿Podríamos llegar a pensar que tienen algo en
común? ¿O simplemente Sánchez Gordillo es un farsante sin
principios?
Este señor proclama el fracaso del
capitalismo y promociona su destrucción, mientras defiende un
sistema trasnochado cuyo fracaso e intentos por ocultarlo son evidentes en la URSS, Cuba o Corea del Norte. Gordillo ignora la imposibilidad de sustituir un sistema que,
con evidentes fallos, reporta más riqueza y bienestar que cualquier
otro que se haya inventado. Siguiendo la línea ideológica de Willy Toledo, se posiciona junto a los estados totalitarios que aplastan cualquier atisbo de discrepancia política, defendiendo consecuentemente los regímenes cubano y norcoreano.
El asalto a un supermercado junto a sus
amigos sindicalistas “captasubvenciones”, hizo que su nombre
saltara a la palestra por segunda vez. A pesar que los alimentos
fueron repartidos entre familias necesitadas, el acto constituye un delito injustificable y una falta de responsabilidad política. Muchas familias se encuentran en circunstancias pésimas pero se niegan a robar, encontrando
refugio en comedores sociales, organizaciones benéficas y la
Iglesia. Por lo tanto, resulta evidente que la sociedad española no necesita un falso Robin Hood.
Siguiendo la crítica realizada por Toni Cantó, me asaltan algunas dudas: ¿Por qué Sánchez Gordillo no atraca un banco? ¿Por qué el alcalde comunista no tiene la valentía de asaltar un furgón blindado? ¿Son los humildes trabajadores de Mercadona sus enemigos? ¿Quién puede asegurar que el próximo asalto no lo sufra un humilde tendero? ¿No se da cuenta Sánchez Gordillo que actúa contra los que torpemente pretende defender?
La actitud del alcalde andaluz supone
un insulto a la democracia, no sólo por la cobardía de asaltar un
supermercado que dispensa buen trato a sus empleados, sino también
por ser un distinguido proetarra. Aquí se puede apreciar la carencia de
seriedad democrática y los disparatados proyectos políticos del
señor Gordillo; por todo ello, la justicia debe actuar e impedir comportamientos de esta clase.
Como conclusión final, el objetivo del
falso justiciero comunista es crear un ambiente similar al intento de
revolución asturiana de 1934. Siguiendo la estela de la izquierda
irracional de aquella época, el alcalde de Marinaleda no descansará
hasta tumbar a un gobierno legítimamente constituido.
lunes, 6 de agosto de 2012
The autonomies decadence
Remembering Adolfo Suarez´s sentence:
“Spanish transition was an exemplar for the rest of the world”; a
country which recent history had been convulsed carried out the
reconciliation. The Transition and 1978 Constitution were great
achievements due to it gathered the diverse political interests that
existed in Spain during those years. The political “harakiri”
from pro-Franco Right empower the arrival of Democracy; in addition,
the leaderships of personalities such as Adolfo Suarez or the king
Juan Carlos were crucial. Everything happened in a moment which
Spanish society was claiming “liberty” and the political
oposition was increasing their support.
However, thirty years later, the
current Constitution and self-government right have not usefulness.
That´s why excesses of autonomic model against the national union
and the corrected democratic function shouldn´t be permitted,
specially in a moment that economical and decadent situation
press-gang to adopt strong measures in order to recover the
confidence of global markets.
The Autonomic Comunities have become
placement agencies, wastes, duplicities, debt and particular toys of
parties; not being close to citizens, otherwise the failure
prototype. As a result of that we can talk about the ominous
valencian administration, the autonomic andalusian cesspit and the
increasingly nacionalist Catalonia, Canaries and Basque Country due
to the cavernarian nacionalist parties that govern these regions.
The last episode of autonomic excess
took place at the Council of Economical and Fiscal Policy, where
catalan delegation defied the minister and andalusians backed away
from negotiation table. Antonio Griñán justified the put-down
saying debt limit, the prohibition of spend more money that you have,
is an attack against Andalusia and the equality of all the Spaniards.
In addition, for the president of regional government, the
application of the limit supposes a great hit for andalusian public
sanitation and education.
Where lives Mr Griñán? Does he know a
bigger money spending doesn´t mean better results? Does he know
Andalusia is the most investor in education and its results are the
poorest? Is he concerned about the chimera of the expression
“equality among Spaniards, wherever they live”? Does not
understand it´s impossible the equality meanwhile legal and judicial
differences exist? How is possible the regional president claims in
order to get the equality meanwhile his populist behavoir the only
thing that provokes is the division of Spain in mud battles?
The behavoir of Catalan nacionalism is
on top, discovering its hypocrisy and double-action. Increasingly
citizens are concerned about the absense of moral rules that affects
nacionalist politicians; they are poisoning young people with their
derivative paraphernalia. They teach from their decadent
administrations the hate against Spain, and promote an ideological
thinking which origin is the economical insterests of Catalan
bourgeoisie dedicated to the textile industry during the last third
of XIX century.
The false political dignity also
characterizes nationalists; it means, meanwhile they are claiming for
a self-Chancellor of the Exchequer, they will receive the rescue in
order to avoid the suspension of payments. Either the cowar and
impolite act of stand the minister up has been correct; at the same
time, nationalists disregard is not convenient to bite the hand that
will feed and help them.
The unsustainable State of Autonomies,
so called “coffee for everyone”, will fall due to its self-weight
and instability. According that, the Government should have the duty
to demand political conditions, such as the comeback of competencies
in education and sanitation. Finally, it could be the first step to
get an equaler and more centralised Spain.
jueves, 2 de agosto de 2012
La decadencia autonómica
Como célebremente dijo Adolfo Suárez: "la transición española fue un ejemplo para el resto del mundo"; un
país cuya historia reciente había sido convulsa, sellaba
completamente su reconciliación. La Transición y la Constitución
de 1978 fueron una gran obra de ingeniería, ensamblando los
diferentes intereses del bloque de corrientes políticas
existentes en la España del momento. El harakiri político de la
derecha franquista permitió la llegada de la democracia, junto al liderazgo ejercido por personajes como Adolfo Suárez o el rey
Juan Carlos, en un momento en el que la sociedad española clamaba
libertad y la oposición política ganaba cada vez más adeptos.
No obstante, treinta años más tarde
la Constitución de 1978 y el derecho a la autonomía han dejado de
tener validez. Los excesos del modelo autonómico contra la
identidad nacional y el sano funcionamiento democrático no deben
continuar, sobre todo en un momento en el que la situación económica
y decadente del país exige políticas firmes que permitan a España
un respiro de los mercados.
Las Comunidades Autónomas se han
convertido en agencias de colocación, derroche, duplicidades,
endeudamiento y patios particulares de los partidos políticos, no
siendo un modelo de acercamiento al ciudadano, sino el prototipo de
fracaso por excelencia. Muestras de ello lo deja la nefasta
administración valenciana, el pozo sin fondo autonómico andaluz y
las cada vez más nacionalistas Cataluña, Canarias y País Vasco,
gracias a los cavernarios partidos nacionalistas que las gobiernan.
El último capítulo del exceso
autonómico tuvo lugar en el Consejo de Política Fiscal y
Financiera, donde la delegación catalana plantó al ministro y los
andaluces abandonaron la mesa de negociaciones. Antonio Griñán
justificó el desaire argumentando que la fijación del límite de
endeudamiento, es decir, la prohibición de gastar más dinero del
que se tiene, supone un ataque a Andalucía y rompe la igualdad de
todos los españoles. Además, para el presidente de la Junta, la
puesta en marcha del límite supondrá un duro golpe a la educación
y sanidad pública andaluza.
¿En qué planeta vive el señor
Griñán? ¿No se da cuenta que mayor gasto no implica
mejor resultado? ¿Acaso no sabe que Andalucía es la comunidad
que más gasta en Educación y la que peor resultado obtiene? ¿Acaso
es tan populista que no se da cuenta que la igualdad entre españoles,
vivan donde vivan, es una quimera? ¿No entiende que mientras sigan
existiendo privilegios fiscales o diferencias legales y
jurídicas será imposible la igualdad entre españoles? ¿Cómo
puede reivindicar igualdad entre compatriotas mientras su actitud
caciquil lo único que consigue es dividir a la nación en luchas
fangosas?
El caso de los nacionalistas catalanes
se lleva la palma, quedando al descubierto la hipocresía y doble
rasero con el que desarrollan su actividad política. Cada vez más
ciudadanos se dan cuenta que los nacionalistas no tienen principios,
envenenan la juventud con la parafernalia nacionalista carente de
raciocinio, inculcan desde sus decadentes administraciones el odio a
España y promocionan una corriente ideológica cuyo origen reside en
los intereses pueblerinos de cierta burguesía catalana textil
durante el último tercio del s.XIX.
La falsa dignidad política también
caracteriza a los nacionalistas; es decir, mientras reivindican una
Hacienda propia, se acogen al fondo estatal de ayuda para evitar la
suspensión de pagos. Tampoco dice mucho de ellos el acto cobarde y
maleducado de dejar plantado al ministro, ignorando la inconveniencia
de morder la mano que los salvará de ahogarse en sus propias deudas.
El insostenible Estado de las
Autonomías, el llamado “café para todos”, caerá por su propio
peso e inviabilidad. Para acelerar ese proceso, el Gobierno debe tener
las agallas de exigir contraprestaciones políticas a cambio del
rescate autonómico. Un buen ejemplo sería la devolución de
competencias como la sanidad o la educación, siendo los primeros
pasos para la restitución de un Estado centralizado e igualitario para los españoles.
sábado, 28 de julio de 2012
El fracaso de la Unión Europea, el Euro y los recortes
España se halla bajo la atenta mirada
de los mercados internacionales, recibiendo un golpe tras otro, con
la prima de riesgo batiendo récords y el IBEX en caída libre. Ante
este panorama el Gobierno sigue la hoja de ruta “recomendada” por
Bruselas, basada en fuertes ajustes económicos de ahorro, control
del déficit y recorte de gastos.
Sin embargo, las medidas no han servido
para relajar la presión sobre España, concluyendo que existe un
problema más grave de fondo: el fracaso de la Unión Europea y el
Euro. Como consecuencia, no sólo la sombra del rescate se cierne
sobre España, sino también sobre Italia, cuya prima de riesgo
superó recientemente la barrera de los 500 puntos. La crisis en su
conjunto ha supuesto un fracaso europeo, complementado con las ruinosas legislaturas de Zapatero y Berlusconi, entre otros.
Pretendíamos construir la casa por el
tejado y ahora pagamos las consecuencias de nuestros errores, siendo imposible una verdadera unión sin la unificación bancaria
y fiscal. Asociado a ello, Europa no se recuperará hasta que no
aplique una política exterior verdaderamente común y tampoco
mientras siga dependiendo de las tres agencias de calificación
americanas.
Mientras la Unión Europea siga siendo
una estructura sin una base común y solida, será imposible recobrar
la confianza de los mercados; tampoco mientras el BCE evite comprar
deuda soberana y permita el ahogamiento de los países por la
financiación. Sin embargo, a pesar del panorama, la Unión puede
sobrevivir a esta crisis, sirviendo de ejemplo las palabras de
Draghi, cuya consecuencia inmediata fue el notable descenso de la
prima de riesgo y la mayor subida de la bolsa en dos años.
El proyecto europeo es ilusionante, un
reto que dejar a las generaciones venideras: países que hasta hace
menos de un siglo luchaban en encarnizadas guerras intentan llegar a
una meta común. Pero ese sueño se cumplirá cuando se refunde la Unión Europea desde su base; es el único
camino para evitar la decadencia absoluta del continente.
Por todo ello, Rajoy debe centrar
sus esfuerzos en combatir el desempleo y abandonar temporalmente su política de austeridad y recortes, porque de nada servirán hasta que
no se recupere la confianza de los mercados. El Gobierno debe tomar
las riendas y luchar por un papel predominante de España en Europa, reformar la Unión y emprender reformas
que realmente aporten confianza.
Dichas reformas no consisten en
recortar servicios sociales como la educación y la sanidad, sino
reformar el Estado y la política española: eliminar diputaciones,
unificar ayuntamientos, acabar con las autonomías y el Senado,
reducir privilegios políticos, prohibir la entrada de cómplices
etarras en el desarrollo institucional, eliminar subvenciones a
patronal, sindicatos, partidos políticos y demás sanguijuelas,
privatizar televisiones públicas, penalizar severamente a los
implicados en fraude, aplicar verdadera transparencia en los ingresos
de los partidos políticos, reformar la ley electoral e instaurar una
verdadera separación judicial.
Estas medidas, inevitablemente, deben ir
acompañadas de una subida de impuestos ya que el problema es
macroeconómico, pero sin duda alguna aportarán más confianza y
crédito que los temidos recortes.
martes, 3 de julio de 2012
Las pruebas ignoradas y la injusticia española
Son cinco las
conexiones directas que la Abogacía del Estado ha demostrado entre
Sortu y la banda terrorista ETA; en primer lugar la conversación
mantenida en prisión entre José María Compains,
promotor de Sortu, y su hijo Eneko, miembro del aparato militar de la
organización. En dicha conversación, se identifica a Batasuna con
Sortu y se jactan de tener donde querían al Estado español.
En segundo lugar,
unos documentos intervenidos al líder etarra Ibon Fernández Iradi;
donde aparece el nombre de Sonia Respaldiza Bombín. La miembro del
grupo promotor de Sortu barajaba la posibilidad de integrarse en un
comando armado del grupo de asesinos etarras. Por tanto, es clara la radicalización de la individua que falsamente rechaza
el uso de la violencia para solucionar el conflicto vasco.
En tercer lugar,
la presencia de fieles colaboradores del entramado etarra, los
abogados Iñaki Goyoaga y Arantza Zulueta, en el acto de presentación
de Sortu, muestra la estrecha relación entre ETA y la recién
legalizada formación abertzale. Además, dichos personajes se
encuentran en libertad bajo fianza acusados de pertenecer a Halboka,
estructura controladora del colectivo de presos, creada para
transmitir consignas y evitar disidencias.
En cuarto lugar,
José Javier Artola, otro de los promotores de Sortu, es titular de
una cuenta bancaria en Caja Laboral Popular, utilizada para ayudar a
presos de la banda terrorista. Tampoco se deben olvidar las
aportaciones económicas a los procesados Xabier Alegría, Patxi
Xabier Arregi Iparragirre, Olatz Altuna y Mikel Iruskieta; cuya
relación con grupos partidarios de la lucha armada (KAS y la
Fundación Joxemi Zumalabe) está demostrada.
En quinto lugar,
los individuos que registraron los estatutos de Sortu en Madrid se
desplazaron en vehículos alquilados por dos individuos relacionados
con el entorno de la banda armada, estando uno de ellos condenado por
delito continuado de terrorismo y procesado actualmente por
integración en organización terrorista.
¿Cómo es posible
que con todas estas pruebas el Tribunal Constitucional legalice
Sortu? ¿Se mueve únicamente el tribunal en base a intereses
partidistas? ¿Dónde queda la coherencia? ¿Existe realmente
separación de poderes en el Estado español? ¿Como puede ser que el
Tribunal Supremo, basándose en pruebas aportadas por los Cuerpos y
Fuerzas de Seguridad del Estado, haya sido ignorado?
Por otra parte, el
PSOE considera un paso positivo en la normalización política del
País Vasco la legalización de una chusma proetarra, mientras el
Partido Popular pone en práctica la Vía Nanclares, que en su
momento tanto criticó. Todo ello, añadido al falso fin de ETA y la
inacabada supresión de sus fuentes de financiación, resulta
bochornoso para las víctimas de la violencia etarra y para todo
aquel amante del Estado de derecho.
Es un error
permitir la entrada en el Congreso de individuos incapaces de asistir a
un acto conmemorativo en honor a las víctimas de la violencia o que rechacen aplaudir la detención de un extorsionador etarra. Es
una vergüenza permitir la participación en la vida política de un personaje
como Mikel Errekondo, quien consideró injusta la captura de los
cobardes asesinos etarras en Reino Unido y Francia durante la semana
pasada.
Como conclusión,
es inaceptable la participación en el juego democrático de aquellos que pretenden destruir el sistema desde dentro, que falsamente rechazan la violencia para conseguir sus propósitos políticos y cuyo posicionamiento contra los que usan el terror es ambiguo. Mientras sigamos permitiendo esto, España está condenada a ser una democracia de segundo orden y cuya supervivencia es incierta.
viernes, 29 de junio de 2012
Crítica a panfleto socialista, tercera parte.
Los indicadores económicos, de desarrollo y de calidad de vida
muestran que países definidos por el autor como de “izquierdas”
(Cuba, Venezuela y Bolivia), se encuentran por detrás de
Argentina, Brasil y México; aunque es importante aclarar que el
gobierno argentino ha puesto en marcha políticas populistas, siendo
un gran ejemplo la nacionalización de YPF Repsol, cuya consecuencia
será el descenso de la inversión extranjera y por ende, un
posible estancamiento económico.
Según datos aportados por The Heritage Foundation, en colaboración con el Wall Street Journal, la libertad económica está reprimida en esos
países de “izquierdas”, con una puntuación inferior al
49,9; mientras países con economías moderadamente libres como Chile
o Uruguay superan el 60,0.
Es evidente que los países latinoamericanos emergentes crecen en base al sistema capitalista, siguiendo las líneas de
inversión extranjera, potenciación de la industria y liberalización
económica. Además, los PIB per cápita más elevados de América
Latina pertenecen a México, Argentina y Chile; encontrándose por
encima de países como Venezuela, donde se registró en 2010 la mayor
inflación anual por quinto año consecutivo, siendo junto con Haití
las dos únicas regiones latinoamericanas en recesión económica
durante el año 2010.
Con respecto a sus competidoras capitalistas, la renta per cápita
venezolana ha caído en picado desde la década de los 80; al mismo
tiempo, Chile crecía a un ritmo vertiginoso y Colombia se aproximaba
cada vez más a la media aportada por Venezuela.
No se debe cerrar este punto sin nombrar la segunda potencia
económica mundial: China, que ha logrado un desarrollo económico
espectacular al poner en práctica un capitalismo despiadado y
salvaje. No obstante, esa creación de riqueza no conlleva un aumento
del desarrollo humano; y es que China es una potencia híbrida,
combinando un sistema económico capitalista con un régimen político
comunista. Todo ello se traduce en un nivel de miseria poblacional
considerable.
Finalmente, tras acabar con el comentario sobre política económica,
el autor sugiere que “una persona que tiene bien clara su
ideología de izquierdas, lee los programas electorales de su partido
o cualquier otro de izquierda real (aunque previamente, sepa cuales
son), y desde luego jamás votará a un partido de derechas”.
No obstante, leer los programas electorales de los partidos políticos
es algo que hace cualquier persona consciente de la responsabilidad
del voto, independientemente de la ideología que defienda.
Por lo tanto, planteo una serie de preguntas al autor: ¿Cuántas
personas se hacen llamar de “izquierdas” y ni tan siquiera saben
lo que significa? ¿Cuántos progresistas se han leído los programas
políticos de los partidos que votan? ¿No será que eso de no leer
los programas electorales es un mal general que se eleva por encima
de ideologías?
Es muy típico de los extremismos coartar la libertad del individuo,
por tanto: ¿Por qué la persona de izquierdas debe estar atado a no
votar a un partido de derechas? ¿Acaso la persona de izquierdas no
es libre de votar a quien quiera? ¿Por qué el autor la circunscribe
a votar únicamente partidos de izquierdas? ¿No será que el autor
comparte rasgos con la izquierda irracional?
Finalmente, el autor del panfleto que yo he criticado, ha censurado
en su página web lo expuesto en el Blog de Santacrucero, demostrando su incoherencia y actitud totalitaria. Ser demócrata significa predicar con el ejemplo y respetar las
opiniones de los demás, combatiéndolas mediante argumentos,
nunca con la censura.
sábado, 23 de junio de 2012
Crítica a panfleto socialista, segunda parte.
Posteriormente, el
autor nombra ciertos conceptos fundamentales asociados al
planteamiento de izquierdas: “separación plena entre el Estado
y cualquier confesión religiosa o monárquica”, “lucha por la
igualdad entre residentes, foráneos y no creencia en las fronteras”,
“la repatriación supone un insulto a la democracia y los derechos
civiles”; y “un contrato de trabajo no puede negociarse
íntegramente por empresario y trabajador; hay que garantizar un
empleo y el cumplimiento de los derechos de los trabajadores por el
que el empresario no pueda despedir y hacer lo que quiera cuando
quiera con los empleados”.
En primer plano,
el autor olvida consciente o inconscientemente la separación entre
el Estado y otros tipos de confesión; es decir, no sólo religiosas
o monárquicas, sino también militares y sindicales, siendo muy poco
nítida la separación entre estas últimas y el anterior Gobierno.
En segundo término, es injusto que un foráneo tenga los
mismos derechos sociales que cualquier residente que haya cotizado y
pagado sus impuestos religiosamente. Eso no impide sensibilizarse con
la situación de los inmigrantes, pero debemos ser más sensibles con
aquellos que más contribuyen al mantenimiento del Estado de
bienestar.
En un mismo
sentido, la repatriación no supone un insulto a la democracia,
simplemente es la consecuencia lógica del incumplimiento de leyes
que van encaminadas al desarrollo de una inmigración controlada y
responsable.
La relación entre
trabajador y empresario merece una crítica más amplia y mejor
argumentada; para empezar, en España existe una visión muy negativa
de lo que supone ser empresario. Es decir, muchos opinan que seguimos en el s.XIX con respecto a materia laboral, apoyando sus teorías en
la última Reforma Laboral, que según ellos aumenta el poder del empresario
explotador y cuyo único beneficiado es la élite empresarial.
Con ello, la
izquierda irracional pretende situar en un mismo plano a las grandes
empresas, las PYMES y los autónomos; ignorando o tal vez queriendo
ignorar que los principales beneficiados de la reforma laboral son
los dos últimos, que suponen el 95% del tejido productivo nacional.
Los detractores se apoyan en el abaratamiento del despido, sin
embargo ignoran que la reforma consta de 13 puntos más; y que
realmente nuestra tasa de desempleo no está relacionada con nuestra
legislación laboral.
Quiero decir con
ello que con una legislación laboral mucho más estricta, España no
ha podido evitar una tasa de desempleo superior al 24%; mientras que
otros países europeos como Austria, con un marco laboral mucho más
flexible, tienen una tasa de desempleo inferior al 8%.
Además, cada
empresa es un ecosistema en sí mismo, no pudiendo en muchas
ocasiones cumplir con los convenios sectoriales; por lo que a veces
al empresario no le queda más remedio que la negociación directa
con los trabajadores, especialmente cuando la empresa se encuentra al
borde de la quiebra.
Por otra parte, el
autor del artículo pierde totalmente el contacto con la realidad
cuando pone como ejemplo a seguir algunos países de América Latina,
donde “tienen gobiernos de izquierda por las políticas que
están llevando a cabo”;
posteriormente, el autor acusa a los medios de comunicación
occidentales de “manipular” la información para que las
políticas de Hugo Chávez parezcan populistas e incluso
dictatoriales.
En primer lugar, la presidencia de Hugo Chávez entra en conflicto
con el primer punto del programa que debe tener cualquier
formación de izquierdas, y es que el mandatario venezolano no deja
de ser un militar. Por lo tanto, ¿Dónde queda esa esa separación
plena entre el Estado y cualquier otro tipo de formación? ¿Realmente
distorsionan la realidad los medios de comunicación occidentales?
¿No se acuerda el autor de las nacionalizaciones a las que ha
sometido Chávez a algunas cadenas televisivas venezolanas?
martes, 19 de junio de 2012
Crítica a panfleto socialista, primera parte
Este artículo
nace como reacción a un panfleto donde se explicaba que ciertos
partidos políticos no eran de izquierdas por el simple hecho de
tomar ciertas medidas progresistas en un momento concreto del tiempo.
A raíz de esta introducción, el artículo exponía las bases sobre
las que debería actuar una auténtica formación de izquierdas. Dichos argumentos son los que he tratado de contraponer y desmontar.
En primer lugar,
el artículo socialista afirma que términos como “igualdad” o
“derechos sociales” van asociados exclusivamente a la izquierda,
cosa que no se sostiene bajo ningún concepto. La igualdad y los
derechos sociales van unidos a cualquier formación política regida
bajo un marco constitucional regulador del Estado de derecho. A su
forma, la derecha trabaja para conseguir la igualdad y bajo ningún
concepto es detractora de los derechos sociales alcanzados con mucho
esfuerzo desde finales del s.XIX y todo el s.XX.
Por otra parte, la
ideología progresista, como señalaba el artículo, es la actitud que toma el individuo contra el sistema establecido; es
decir, el capitalismo. No obstante, me pregunto a qué clase de
sistema quieren llegar esas personas que luchan contra el sistema
establecido, me gustaría saber cómo pretenden alcanzar semejante paradigma igualitario.
Me pregunto si están dispuestos a desprenderse de sus
i-Phone, Blackberrys, ordenadores, i-Pods y todos aquellos artículos
nacidos del capitalismo.
La experiencia
está de mi parte, y es que la puesta en práctica del proceso
gracias al cual se llega al socialismo no ha reportado
beneficios a los países que lo han intentado. El ejemplo más
representativo del fracaso socialista es la extinta URSS; donde tras
la caída del muro de Berlín se pudo apreciar que el desarrollo del
individuo era inexistente y donde la pretendida “igualdad” no era
más que una quimera.
La ideología
marxista se basa en fundamentos respetables, pero imposibles de
lograr dado el propio carácter egoísta del Ser humano. Marx habla
de conceptos que tienen sentido si nos remontamos al contexto social
del s.XIX, existiendo una fuerte diferencia de clases y una evidente
explotación sobre el proletariado. No obstante, en la sociedad
actual prácticamente no tiene sentido la propugnación de la “lucha
de clases” o “dictadura del proletariado”; aunque sí tiene
sentido la responsabilidad en el reparto de las culpas por la crisis
económica o el enjuiciamiento de los malos gestores; así como el
establecimiento de una España igualitaria en derechos.
Por otra parte, en
clara alusión al PSOE, el autor critica que no se puede hablar de
partido de izquierdas por el simple hecho de crear una ley de
igualdad, una ley de dependencia y una ley de memoria histórica.
Resulta ineludible hablar de estas leyes, generadoras de una fuerte
polémica; es decir, la primera regula numerosos aspectos de la vida
social y decisiones que hasta el momento eran libres, estableciéndose
una dicotomía entre una supuesta problemática social y una
herramienta de control gubernamental; y la segunda ha supuesto un
rotundo fracaso organizativo y económico.
La tercera y más
discutida, la Ley de Memoria Histórica, ha vuelto a poner sobre la
mesa una problemática resuelta desde la transición democrática
comenzada con la muerte de Franco en 1975. Dicha ley ha supuesto la
institucionalización de la tradicional división de las dos Españas
y la falta de visión en el proyecto común. La consecuencia es el
anclamiento de España en el pasado, en un momento en el que la
unidad de la nación es imprescindible para hacer frente a los retos
del futuro.
sábado, 19 de mayo de 2012
Occidente y el Integrismo islámico
Este artículo nace a colación de un
comentario de texto, donde el autor argumentaba que el burka llevado
por la mujer musulmana guarda cierto paralelismo con la esclavitud de
la mujer occidental con respecto a la talla 38.
Sin embargo, el autor está
completamente equivocado al situar ambos conceptos en un mismo plano.
Mientras la mujer occidental decide estar sujeta a la moda, teniendo
la última palabra a la hora de vestir una prenda; la mujer musulmana
no tiene elección, inculcando desde todas las instituciones
político-religiosas de sus países la imposición del burka.
En Europa llevar minifalda es una
elección, mientras que llevar el velo en el mundo árabe es una
obligación que se remonta a épocas antiquísimas. Por lo tanto, la
mujer acaba aceptando y normalizando esa mentalidad medieval.
Occidente no se ha embarcado en una
lucha contra el musulmán, sino contra el Islamismo radical
representado en la sharia; siendo ésta incompatible con los derechos
e igualdad de los países democráticos. Acorde a lo explicado
anteriormente, Francia ha endurecido las penas contra todo aquello
que represente la sumisión de la Mujer y que atente contra los
valores de la Democracia; ejemplo de ello nos lo da la prohibición
del velo integral en todos los espacios públicos.
Como reacción a lo explicado
anteriormente, muchos alegan que prohibiciones de este tipo son
hipócritas, careciendo de coherencia con respecto a la libertad de
pensamiento, conciencia y culto. Sin embargo, olvidan que medidas
como la adoptada por el gobierno francés están completamente
justificadas, perteneciendo a diversos mecanismos que Occidente tiene
para defenderse contra una radical ola de integrismo islámico, tal
vez fruto de una errónea política exterior.
La prohibición del burka integral en
Francia responde más bien a una cuestión de civismo público; y es
que Francia, como república laica, no permite manifestaciones
religiosas de ningún tipo en sus espacios públicos. No obstante,
los que critican esta prohibición olvidan que los individuos
extranjeros en estos países musulmanes deben acatar y cumplir a
rajatabla las costumbres locales; por lo que Europa está
completamente legitimada al tomar decisiones de este tipo.
Por si no fuera suficiente lo planteado
anteriormente, ciertas preguntas despejan todas las dudas: ¿Acaso
los mandatarios europeos no entran descalzos en las mezquitas o con
una especie de velo en el caso de las mujeres? ¿Está deslegitimada
por lo tanto la prohibición de llevar burka en suelo francés?
¿Hasta qué punto la flexibilidad anterior permitió llevar a cabo
en territorio europeo prácticas medievales como la ablación,
matrimonios forzados o incluso apología del terrorismo?
A colación de los asesinatos de
Toulose, el gobierno francés ha planteado aplicar ciertas medidas
restrictivas contra páginas web simpatizantes del terrorismo
islámico, pudiendo ser detenidos los visitantes de dichos portales.
Estas propuestas han sido calificadas por buena parte de la opinión
pública como “cortinas de humo” e injustas avivadoras de la
desconfianza contra el musulmán.
Es obvio que no todos los musulmanes
son radicales, aunque es necesario que Europa se blinde contra un
peligro cuya existencia muchos niegan: el fanatismo religioso y el
Integrismo, en cualquiera de sus vertientes. Las medidas necesarias
para conseguirlo pasan por replantear el papel de las democracias
occidentales en el mundo árabe, el mayor control de las fronteras,
la mayor efectividad de los servicios de inteligencia, la cooperación
internacional y la expulsión de todo extranjero o nativo que atente
contra los valores de la Democracia.
En el caso particular de España, el
fanatismo islámico reivindica el retorno de Al-Andalus. Cualquiera
que esté informado conoce y valora las innovaciones técnicas que
dejaron los musulmanes en España durante sus ocho siglos de
ocupación; no obstante, el pensador crítico nunca negará que el
Islam quedó anclado en el medievo; y que los países regidos por la
palabra de Mahoma realizan prácticas tan abominables como la
lapidación.
Por otra parte, todo es papel mojado
cuando hablamos en un plano estrictamente económico. Es decir, las
élite política occidental es partidaria de poner fin a las
prácticas de la Sharia y defiende a ultranza los derechos de la
Mujer; sin embargo, olvidan estos planteamientos cuando firman
acuerdos comerciales con países árabes.
Por lo tanto, inherente a la protección
de la sociedad occidental, es necesaria la ruptura de la dependencia
energética con aquellos países que vulneran los derechos de la
Mujer y acogen en su territorio células terroristas cuyo único fin
es eliminar al infiel.
Como conclusión final, es fundamental
erradicar cualquier atisbo de fanatismo religioso o político de las
instituciones, contribuyendo con ello al pleno desarrollo del
individuo en la sociedad democrática. También se hace necesario la
implantación de reglas que eviten alcanzar el poder político a
cualquier clase de radicalismo; es decir, que la propia democracia no
sea usada como herramienta para conseguir su propia destrucción.
domingo, 29 de abril de 2012
El papel de los medios de comunicación y la privatización.
Internet puede ser usado de diversas
formas, siendo una de ellas la movilización popular. No obstante, en
países con regímenes dictatoriales como China, Cuba o Irán, estos
movimientos sociales pierden fuerza cuando la red es controlada.
Muchos establecen un paralelismo con el
control ejercido por los gobiernos occidentales sobre ciertos
aspectos de la red, comparando sus actuaciones con las de los países
nombrados anteriormente. Como ejemplo de lo dicho podemos hablar de
Estados Unidos y Francia, que han protagonizado acciones de censura
contra determinadas páginas, especialmente contra portales piratas y
yihadistas.
No obstante, aquellos que establecen
esa comparación están completamente equivocados, al situar en un
mismo plano ambos casos. Mientras los gobiernos democráticos
obstaculizan en ciertos aspectos la descarga gratuita de contenidos,
son incapaces de limitar el libre razonamiento del individuo,
existiendo gran cantidad de blogs y páginas web que así lo
constatan.
Por otra parte, los países con
dictaduras no sólo restringen las descargas con respecto a Internet,
sino también lo referente a la libre circulación de las ideas.
Muestras de ello lo dan las frecuentes noticias que muestran la
censura de las autoridades comunistas chinas contra cualquier página
contraria al régimen o simpatizante de otros sistemas.
Acorde al papel de los medios de
comunicación, es importante destacar el papel de la telefonía móvil
con respecto a la movilización popular, no sólo a nivel nacional sino también internacional. El teléfono es la única vía que
tienen iraníes, chinos y sirios para mostrar a la comunidad
internacional la continua vulneración de sus derechos y el grado
represivo que sufren. También cabe destacar el papel de los
smartphones en los disturbios de Londres el año pasado, siendo
necesario el control de los servidores por parte de la policía para
conocer los movimientos de aquellos que usaron la violencia para
hacer oír su voz.
No obstante, el papel de las nuevas
tecnologías es diferente en cada sociedad, influyendo sobremanera en
su desarrollo, pudiendo ser usadas con diferentes grados de
responsabilidad. Para entender lo expuesto anteriormente, es
necesario comprender que Internet es la mejor vía que tienen los
pueblos dictatorialmente sometidos para hacer oír su voz, conocer la
realidad de otros países y gozar de libertad de
conciencia. Es por ello que Internet sirve de base para poner de
acuerdo a las masas, siendo unos pocos los suficientes para
transmitir esas ideas democráticas al resto.
Es cierto que en países totalitarios
las revoluciones se ganan mediante manifestaciones y lucha en la
calle, pero este concepto no es aplicable al desarrollo de la vida
política, ciudadana y democrática de los países occidentales,
incluyendo por lo tanto a España. Es decir, cabe rechazar cualquier
uso de la violencia para lograr cambios en nuestro país, teniendo
muy presente la responsabilidad a la hora de usar los medios de
comunicación.
Acorde a lo anteriormente dicho,
subrayo la irresponsabilidad de ciertos sectores de la izquierda,
que alientan la movilización popular y obstaculizan ciertas medidas
necesarias; olvidando o pareciendo querer olvidar su culpabilidad en
lo que ha provocado la situación en la que estamos. En ningún
momento reniego del derecho a manifestarse otorgado por la
Constitución, a lo que sí me opongo es a la utilización de esa
movilización popular para fines políticos, partidistas e
hipócritas.
Lo ideal sería que todas las
corrientes ideológicas adquirieran una concepción responsable de la
importancia de los medios de comunicación en el desarrollo de la
vida ciudadana; es decir, el rechazo a cualquier clase de
manipulación, existiendo ésta en muchos de los ámbitos del
desarrollo individual; pudiendo no ser sólo la televisión o la
prensa, sino también la Educación convertida en una herramienta del
adoctrinamiento.
Ciertas polémicas han estado
relacionadas con el control estatal de los medios de comunicación,
como por ejemplo la decisión del actual gobierno de purgar la
dirección de RTVE, lo cual ha provocado la ácida crítica de la
oposición. Pero es aquí donde se aprecia la hipocresía, planteando
con ello una serie de cuestiones:
¿Cuándo ha sido independiente RTVE?
¿Lo ha sido alguna vez? ¿No sabe la oposición que el gobierno ha
hecho esto basándose en un mecanismo aprobado por el anterior
ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero? ¿Olvidan los
socialistas su colaboración con el grupo PRISA?
No obstante, mi planteamiento va más
lejos, preguntándome si existe alguna posibilidad de obtener
información pulcra y no adulterada. Defiendo que las televisiones
privadas sean la única manera de encontrar cierta información
imparcial y no gubernamental; por lo que apoyo la privatización de
las televisiones públicas, en especial las autonómicas, cuyo gasto
infinito podría invertirse en otros servicios públicos más
necesarios, como la Sanidad y Educación.
Como conclusión, quiero dejar claro
que la democracia posibilita una serie de herramientas para su propia
mejoría, e incluso para cambiar la vida política y social. Todo lo
que conlleve violencia únicamente contribuirá a la degradación de
un sistema que tanto esfuerzo costó a generaciones pasadas y
personalidades como Adolfo Suárez, el presidente de la Transición.
viernes, 27 de abril de 2012
El Clásico y un posible cambio de ciclo
Contra todo
pronóstico, el equipo de José Mourinho logró sentenciar la Liga
ante el eterno rival; además, rompió en campo enemigo una racha que
se estaba prolongando demasiado. Cada vez que los blancos se
enfrentaban al Barcelona, los primeros eran derrotados por un rival
superior en calidad y técnica, dando una imagen pésima y sin
identidad.
La esperanza
depositada en las victorias previas al Clásico se desvanecían
cuando ambos equipos medían sus fuerzas. Tras cada derrota, comenzó
a aflorar cierto pesimismo con respecto a la identidad de la
institución; nutriéndose no sólo de cada fracaso, sino también de
la violencia y agresividad que se respiraba en cada encuentro.
Dicho
comportamiento decadente era claro ejemplo de lo que no se debía
hacer, siendo la receta perfecta para dinamitar la imagen y prestigio
del club; achacando cada derrota a errores arbitrales e incluso
llegando a hablar de conspiraciones, teorías absolutamente ridículas
bajo mi punto de vista.
Como consecuencia
de esto, no dudé en hablar de la “decadencia del Madrid”. No
obstante, la victoria ante el Barça en la final de Copa del Rey 2011
y este último triunfo en el Camp Nou me han devuelto la ilusión. No
sólo porque el Madrid haya sido capaz de neutralizar el juego de toque
del Barça, sino porque ha dado la imagen correspondiente a un club
de su categoría.
Mourinho parece
que ha logrado neutralizar al Barça y en especial a su joya más
preciada: Leo Messi, quien apenas tuvo un papel relevante en el
desarrollo del partido, anulado por una defensa concentrada y sin
fisuras. El Madrid planteó su estrategia, supo llevarla a cabo y
jugó su partido, ante un Barça fiel al juego que lo ha llevado a la
cima mundial en los últimos años.
Por otra parte,
aquel del que se decía que su “chulería” era proporcional a su
“invisibilidad” en los partidos importantes, anotó el gol que
sellaba la superioridad madridista; sin olvidar su destacado papel en
la final de Copa del Rey 2011; siendo autor además de los dos goles
anotados contra el Bayern en semifinales de la Champions, los
cuales hicieron soñar a los blancos durante más de 90 minutos. Por
lo tanto, comienzan a perder credibilidad los defensores de esta
teoría.
La victoria de los
blancos puede ser el inicio de un nuevo ciclo, previa desaparición
de los complejos y negatividad que les acompañaba en cada Clásico.
Los madridistas han dado un golpe de autoridad al adjudicarse
prácticamente la Liga en casa de su inmediato perseguidor;
reforzando de manera sobresaliente su autoestima.
Por el momento, el
Madrid no tomará el relevo del club catalán en el ámbito europeo; aunque los jugadores pueden y deben estar orgullosos
del papel jugado en la semifinal de la competición continental.
Por otra parte, también cabe la posibilidad de que lo expuesto
anteriormente sea un espejismo y, verdaderamente, el fin de la
hegemonía culé esté lejos; sólo con el tiempo lo sabremos.
domingo, 22 de abril de 2012
La populista decisión de Cristina Fernández Kirchner
Hace
un par de días, la presidenta argentina Cristina Fernández anunció
la expropiación de la petrolera Repsol.
El
proyecto supone la expropiación del 51% de las acciones de YPF que
están en manos de la empresa española; y que pasarán a propiedad
del Estado. El 49% restante pertenecerá a las provincias argentinas
productoras de petróleo.
Como
argumento para realizar la expropiación, la presidenta argentina ha
defendido el interés público de los hidrocarburos; alegando además
un incumplimiento de la ley por parte de la multinacional española,
ya que supuestamente las inversiones en YPF habían caído
estrepitosamente. Kirchner mantiene que las empresas ubicadas en el
territorio nacional son argentinas, a pesar de que sus accionistas
sean extranjeros.
La
decisión del Gobierno argentino es respetable, pero completamente
condenable para quien tenga sentido común y conozca la trayectoria
de Repsol con respecto a YPF; siendo ésta una empresa pública
privatizada en 1999, como consecuencia del programa de
reestructuración económica realizado por el gobierno de Carlos
Menem. Al cabo de los años, YPF pasó de ser una empresa ruinosa a
convertirse en la poseedora del 32% de la producción de
hidrocarburos.
Repsol
reflotó YPF mediante la inversión y la modernización tecnológica,
convirtiéndola en una empresa competitiva. Ahora que la empresa de
origen argentino es solvente y genera riqueza, los líderes políticos
han decidido que vuelva a manos estatales.
Esta maniobra populista recuerda la llevada a cabo hace 30 años: la ocupación de las Malvinas. Alentando al patriotismo se hizo olvidar a la opinión pública cuáles eran los verdaderos problemas del país, que ya no pasaban por la economía o el fin del régimen militar; sino por la lucha contra el imperialismo británico.
Esta
vez, el argumento populista que se ha utilizado es la soberanía de
los hidrocarburos argentinos. Puede que este argumento convenza a
parte de la opinión pública argentina pero no a la comunidad
internacional. No sólo han condenado la expropiación los países
occidentales con intereses económicos en la zona, sino también la
mayoría de países latinoamericanos.
México,
Chile y Colombia han condenado la expropiación y dado su apoyo a
España; mientras que Venezuela, Bolivia y Nicaragua han ratificado
su apoyo a la líder argentina. Aquí se puede apreciar la división
entre quienes respetan la propiedad privada y las inversiones como
medio para favorecer el crecimiento económico; y los que se
perpetúan en el cargo con la excusa de defender los intereses
nacionales.
La
más afectada será Argentina, ya que la decisión sólo provocará
la fuga de capital extranjero y la inversión, que son vías para
crecer y generar riqueza. Por lo tanto, pocas empresas invertirán en territorio argentino si no tienen garantías jurídicas y legales de que no
serán expropiadas injustamente.
Sin
embargo, parte de la opinión pública española aboga por inhibirse
del asunto, alegando que ningún ciudadano español se beneficia de
las actividades de la petrolera y por tanto, no habría diferencia
si todas las inversiones españolas en el extranjero son expropiadas,
ya que sus beneficios son para unos pocos.
Seguramente
los defensores de esta teoría desconocen los criterios que se
manejan para calificar la posición internacional de un país: la
presencia de multinacionales en el territorio nacional y la
existencia de las propias en otros países; el comercio exterior de
mercancías y servicios; y la presencia de capital extranjero gracias a
las compañías y la banca; sin olvidar el grado de liberalización
de la economía.
Por
lo tanto, cualquier vulneración de lo anteriormente expuesto supone
un ataque contra los intereses españoles pero, en especial, supone
un agravio a los intereses de la nación argentina; cuyo Estado guarda cada vez más paralelismos con la Venezuela chavista.
lunes, 16 de abril de 2012
El futuro de la Monarquía
El accidente del
Rey ha sido el último de una serie de sucesos que parecen desde hace tiempo tener como objetivo el desprestigio de la Familia Real
y la llegada de un sistema nuevo. La imputación de
Urdangarín parecía ser el último de estos desafortunados incidentes pero
no ha sido así; el accidente de Froilán por la negligencia de sus
padres y el accidente del Rey mientras estaba de cacería en Botsuana
han agravado y acentuado el debate sobre el papel de la institución.
La mayoría de los
medios de comunicación han centrado el tema en la salud del
monarca, restando importancia a que fuera a cazar animales protegidos
o el gasto de 30.000€ que supone matar un elefante. Todo ello
mientras España atraviesa una de las peores épocas económicas de
su Historia; y donde parece que la desconfianza de los mercados sigue
en aumento.
El acto del rey ha
sido una incoherencia de sus actos sobre sus palabras; es decir,
mientras afirma que el paro juvenil le quita el sueño, saca tiempo
de su “apretada” agenda para dedicarse a semejante actividad de
ocio como puede ser la caza; es respetable pero injustificable
matar animales por simple diversión. Tampoco da buena imagen que
la reina Sofía haya sido incapaz de visitar a su marido durante tres
días; no obstante, ese debate corresponde a la telebasura, por lo
que no le daremos mayor importancia.
No he escrito el
artículo para centrarme en la cacería, que me parece un acto fuera
de cualquier civismo; sino para analizar el papel de nuestro monarca
y la actitud que debe tener el jefe de Estado de una monarquía
parlamentaria.
El debate que se
plantea va ganando fuerza; y es que cada vez más gente pide un
referéndum para elegir entre monarquía o la constitución de
una república. Inherente a esto, deberíamos preguntarnos si la
instauración de la República mejoraría la situación del
país, plantearnos si realmente compensaría el gasto que supone
una monarquía; o si sería sano que el jefe de Estado pertenezca a
un partido político. España no destaca por su unidad; cada uno
lucha por sus intereses, por lo que sería injusto que la máxima
institución representativa del Estado lo fuera para la mitad de los
españoles.
El jefe de Estado
debe ser símbolo de la unidad de los españoles, pero sobre todo
debe corresponder las palabras con sus actos, cosa que el actual
monarca parece haber olvidado. Juan Carlos de Borbón desempeñó un
papel muy importante para traer la democracia a una España que
llevaba un siglo entero de inestabilidad; no obstante, no se puede
vivir de las rentas eternamente. Puede que haya llegado el momento de
plantear el fin de ciclo de la monarquía en España.
De lo expuesto
anteriormente, en su defecto, cabe que el rey ceda su puesto al
Príncipe de Asturias. Puede que su obstinación en morir en el cargo
sea inherente a la vitalicia condición de la Monarquía, o tal vez
sea un intento por consolidar en el tiempo un sistema que hace agua por momentos. El único paso para la posible salvación de la
Monarquía en nuestro país pasa por el nombramiento como rey de
España a Felipe de Borbón; mientras permanezca su padre en la
jefatura del Estado, la decadencia del sistema está garantizada.
Ser jefe de Estado
supone responsabilidad y sensibilidad con respecto a la situación de
la nación; extendiéndose este planteamiento a las demás
instituciones gubernamentales, en especial a la casta política. Los
dirigentes deben estar al servicio de España y no vinculados a
intereses superfluos que contradigan los objetivos a los que aspira
toda nación: unidad, prosperidad y democracia.
El monarca ideal
no debe meterse en fangos políticos, ni tratar en diferentes
términos al jefe del Gobierno y al líder de la oposición; no
pudiendo simpatizar con ideologías. Su función radica en actuar
como arbitro entre los poderes del Estado, y es aquí donde se
justifica su inviolabilidad. En su intachable comportamiento debe
residir el germen para la manutención de la monarquía.
Como conclusión, la sociedad española aún no está preparada para
constituirse en República; pero son los políticos los menos preparados para asumir este cometido responsablemente; en especial ciertos sectores de la izquierda que
evocarían la llegada de la III República Española en aquella II República que nunca llegó a ser un sistema democrático, y cuya radicalización fue la principal causa de su caída.
No obstante, los
actos de la Monarquía no hacen más que justificar los argumentos
republicanos; el futuro de la institución es incierta y puede que la
III República esté más cerca de lo que muchos imaginan.
viernes, 13 de abril de 2012
El papel actual de la Iglesia
La Religión ha jugado un papel
fundamental a lo largo de la Historia; algunos sucesos históricos o
sociales en los que ha intervenido son testigos de ello. En España
podemos hablar de la Reconquista contra los musulmanes, las
evangelizaciones en los territorios americanos descubiertos y las
misiones en el Pacífico. En el contexto europeo se puede nombrar las
Cruzadas, la batalla de Lepanto y la Contrarreforma contra la Europa
protestante; siendo hechos que han marcado decisivamente la forma de
ser, el carácter y la cultura Occidental.
La Iglesia Católica tuvo durante
muchos siglos una relación muy estrecha con el Estado, influyendo en
gran parte de las políticas adoptadas por el primero; es decir,
además del poder espiritual, la Iglesia ostentaba un gran poder
político. La Inquisición y las acciones evangelizadoras protegidas
por el ejército colonial español en los territorios de ultramar,
como América y Filipinas, son un claro ejemplo de la unión entre
Estado e Iglesia.
En la misma tónica, la Europa actual
cuenta con muestras del esplendor cultural y artístico que la
Iglesia dejó como legado; siendo máximos exponentes ciudades como
El Vaticano y Roma, donde la grandeza y perfección artística,
arquitectónica y estilística de Occidente se siente a cada paso. En
España, bellas construcciones como la catedral de Burgos o Santiago
de Compostela atestiguan la influencia del catolicismo en la Historia
cultural de la nación. No obstante, la institución también es en parte culpable del tradicional atraso económico y político de nuestro país.
Con el paso del tiempo, la Iglesia fue
separándose de los poderes estatales y perdiendo influencia;
llegando hasta nuestros días sin apenas decisión en la esfera
política. No obstante, este proceso natural y lógico de separación
fue tardío en España, donde el poder clerical seguía siendo
considerable incluso pasada la mitad del s.XX.
En el caso español este tema es turbio
y doloroso; refiriéndonos con ello a la Guerra Civil, en la que se
vieron arrastradas millones de personas e instituciones; incluida la
Iglesia, la cual vio como sus privilegios desaparecían mientras era
víctima de una implacable persecución, iniciada antes de la guerra
fratricida. Por lo tanto, fue una persecución en un contexto bélico,
pero también político e ideológico.
Tras pasar episodios como la Guerra
Civil, la Dictadura Franquista y la Transición Democrática;
actualmente la Iglesia y la jerarquía eclesiástica han sido puestas
en el punto de mira por parte de cierto gobierno socialista, ateo y
anticlerical. Además, el propio comportamiento de los líderes
eclesiásticos, en cuanto a declaraciones y aspectos que no
sintonizan con el modelo de vida predicado por Jesucristo, ha
contribuido al desarrollo de un clima negativo.
Sin embargo, este antiguo gobierno
socialista ignoraba, o tal vez quería ignorar, la enorme e
importante labor de la Iglesia con respecto a la sociedad española.
Existe un aspecto que muy poca gente tiene en cuenta, y es que la
institución no sólo la componen obispos, cardenales o el Papa. La
Iglesia la componen muchísimas personas con vocación de ayudar a
los demás, y que dentro de las líneas establecidas por la Doctrina
Social de la Iglesia desarrollan programas con objeto de ayudar a los
más desfavorecidos.
Por tanto, me gustaría dejar bien
claro que una cosa son las declaraciones que pueda realizar la
jerarquía eclesiástica y otra muy distinta es la labor social de
todos cuanto conforman esa institución. Por otra parte, la Iglesia y
sus comedores sociales han evitado en parte el estallido de una
revuelta popular, y es que a nadie se le escapa que la situación por
la que atraviesa gran parte de la sociedad española es desesperada;
dando muestra de ello la cifra de parados, por poner un ejemplo de tanto que hay.
Finalmente me gustaría plantear una
cuestión: ¿Es consciente la élite política española del gran
papel humanitario que desempeña la Iglesia, atenuando de alguna
forma el drama que viven más de cinco millones de personas?
domingo, 1 de abril de 2012
Actual reflexión kantiana
La consecución de la libertad ha sido
una de las proclamas más repetidas a lo largo del último tercio del
s.XVIII y durante todo el siglo XIX y XX; abanderando movimientos
sociales que han marcado un antes y un después en la Historia de la
Sociedad Occidental. Como ejemplos representativos de esto podemos
destacar la Revolución Norteamericana de 1778, la Revolución
Francesa de 1789; el movimiento obrero de finales del s.XIX; el
movimiento sufragista; la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y la
caída del Muro de Berlín (1981).
Se puede afirmar además, que un gran
número de revoluciones liberales estuvieron influidas por los
sentimientos nacionalistas y el Romanticismo; pero también por los
planteamientos kantianos sobre la libertad y el orden civil.
Asimismo, actualmente es visible la separación que Kant realizó de
la Razón y sus usos público y privado, siendo este último el que
está sujeto a más polémica; no sólo porque implica ser coherente
en las palabras cuando el individuo desempeña un determinado puesto
civil, sino porque también implica ser coherente con los actos,
cosa que muchos funcionarios públicos parecen haber olvidado.
Un gran ejemplo de lo anteriormente
expuesto puede ser la corrupción, la falta de ética política y el
no velar verdaderamente por los intereses de los ciudadanos. Como
consecuencia de todo esto, el pueblo desconfía de sus políticos y
funcionarios públicos, reclamando herramientas útiles y eficaces
con vistas a paliar todas esa clase de males. Dichas herramientas
útiles y eficaces proceden, entre otros muchos orígenes, del Poder
Judicial del Estado, en teoría independiente de las influencias de
los otros dos grandes poderes estatales. No obstante muchos también
desconfían de ese poder judicial, ya que gran parte de sus miembros
son elegidos por ese poder al que supuestamente deben controlar y
juzgar; con lo cual es lógico que desaparezcan la objetividad y la
imparcialidad sobre un manto de mentiras e hipocresía.
Sin embargo, existen gentes de
esperanza, quienes confían plenamente en que la democracia debe y
puede ser mejorada; provocando con ello la inherente regeneración y
saneamiento del sistema. Para ello aportan medidas concretas, pero
sobre todo apuestan por un cambio de mentalidad en la sociedad y en
especial, un cambio de mentalidad en lo que respecta a las
instituciones públicas. Todo ello se condensa en la adquisición de
una concepción responsable en la utilización de los puestos
públicos, cuyo único fin debe ser servir a los ciudadanos y velar
por sus intereses.
En un campo práctico, esto puede ser
simbolizado por la concienciación global de que no se debe acceder a
un puesto público con vistas al enriquecimiento personal; no aceptar
sobornos o chantajes para favorecer a unos pocos; el no defraudar
económicamente al Estado máxime cuando se desempeña un cargo
público; la separación efectiva y demostrable de los poderes
estatales; y la aceptación de que el interés nacional y la sociedad
están por encima de disputas políticas superfluas, que tan sólo la
debilitan y no le permiten hacer frente a los muchos retos que el
s.XXI presenta.
Todo lo expuesto anteriormente es de
alguna forma un modo para que la sociedad pueda contribuir a la
mejora de la democracia, que como dijo Winston Churchill: “Es el
peor sistema de todos, a excepción de todos los demás”; lo cual
convierte a la democracia en el único modelo aceptable para el
progreso del individuo, y la sociedad en su conjunto.
sábado, 31 de marzo de 2012
La democracia según los sindicatos españoles.
La Huelga General del 29 de marzo se ha celebrado democráticamente acorde al derecho de reivindicar los
derechos laborales y defender los intereses de los trabajadores; no
obstante, estos intereses parecen no estar en consonancia con los
motivos y fines sindicales.
Ha sido una huelga politizada y
protagonizada por unos sindicatos que han visto reducidas las subvenciones estatales en un 20%; y claramente alentados por un PSOE que no
encaja bien las derrotas electorales. Los sindicatos pierden
credibilidad ante el ciudadano bien informado, y es que han actuado
como el brazo sindical de cierta izquierda, comportándose como
auténticos estómagos agradecidos. En este sentido cabe subrayar la
pasividad de los sindicatos ante el anterior gobierno de Zapatero; y su incapacidad de actuar ante la escandalosa cifra de cinco millones de
parados.
El comportamiento sindical no se ha
correspondido con los valores democráticos inherentes al ejercicio
de la huelga; ya que no es lógico inflamar su causa de carácter democrático y reivindicativo y exigir respeto, mientras son
incapaces de respetar la libre elección de otros a acudir a sus
puestos de trabajo. Es curioso la actitud dictatorial de los líderes
sindicales a la hora de escudarse en la supuesta defensa de los
derechos laborales, incluso de aquellos que no han acudido a la huelga.
En un artículo anterior me preguntaba
cuál sería el comportamiento de los piquetes informativos con
respecto a los trabajadores que decidieran acudir a sus puestos de
trabajo. Como esperaba, muchos de los que quisieron
incorporarse a su jornada laboral se vieron dificultados por los
antes mencionados piquetes informativos; que más bien merecen el
adjetivo de “coactivos”, siendo buque insignia de ese comportamiento el actor Willy Toledo, denunciado junto a sus camaradas sindicales por destrozar supuestamente el bar de un peruano.
De lo anteriormente expuesto se
desprenden imágenes tales como la obstaculización de la entrada de
camiones a Merca Madrid; las acciones encaminadas a paralizar el
desarrollo de la vida ciudadana; la coacción a pequeños y medianos
comerciantes para que cierren sus negocios; y la intolerable acción
de colocar silicona a la cerradura de entidades bancarias o pegar
pegatinas a los retrovisores de guaguas con vistas a impedir la realización
del servicio, entre otras muchas acciones vandálicas.
Los españoles deben ser conscientes de
esto e informarse, actuar y opinar desde un punto de vista crítico y
objetivo. Todo ello contribuirá a la mejora de nuestra imperfecta
democracia, que se ha visto ultrajada por el comportamiento
totalitario de los sindicatos; que parecen incapaces de adquirir
responsabilidad en el uso de la libertad que les otorga la
Constitución de 1978.
Personalmente, secundaré una huelga
general cuando sea protagonizada por verdaderos sindicatos cuyo único
fin sea la defensa de los derechos laborales; y no movidos por fines
ideológicos o políticos.
martes, 27 de marzo de 2012
Hidrocarburos en Canarias
José Manuel Soria, ministro de
Industria, Energía y Turismo, anunció hace algunos días la
concesión del permiso para la realización de prospecciones
petrolíferas en Canarias, las cuales permitirían comprobar la
existencia de crudo en la zona y su posible extracción; todo ello a
cargo del operador Repsol.
No es un anuncio completamente nuevo,
ya que desde 2001 existía el proyecto; siendo cancelado con la
llegada socialista al poder en 2004. Las reacciones y diversas
opiniones ante este anuncio no se han hecho esperar; desde este artículo he intentando
abordar y evaluar de forma imparcial y objetiva cada uno de los pros y los contras.
Según la opinión de algunos, la
extracción de petróleo en las costas de Lanzarote y Fuerteventura
supondría la destrucción de gran parte de la biosfera española.
Además, la adopción de un sistema productivo contrario al modelo
turístico adoptado por el archipiélago traería consecuencias
nefastas; relacionado todo ello con la pérdida masiva de turistas y
la consecuente degradación del medio ambiente.
Tampoco se debe el obviar el riesgo que
entraña un escape de combustible, que sin duda alguna traería
consecuencias nefastas para las islas; dañando el turismo y el
sector pesquero, principal actividad económica de muchos majoreros y
conejeros. A pesar de los setenta kilómetros que separan la costa canaria de la posible extracción, nadie niega las catastróficas consecuencias económicas y
ecológicas de una posible fuga; temiendo un
suceso similar al del vertido de crudo en el Golfo de México,
ocurrido el pasado abril de 2010.
Por otra parte, muchos se preguntan
dónde irán a parar los beneficios de la posible industria
petrolífera canaria. Es justo que parte de las ganancias vayan a las
arcas de Repsol, en sintonía con su participación e inversión
privada; sin embargo, puede ser dudoso que los beneficios del Estado
español, derivados de impuestos y demás formalidades legales,
contribuyan al desarrollo de la precaria economía canaria.
Las incógnitas que se plantean son:
¿Canarias merece una percepción mayor de los beneficios? ¿Debería
el Gobierno Central destinar la mayor parte de los beneficios al
archipiélago? ¿Es éste un planteamiento nacionalista? ¿Crecería
la economía canaria con la extracción de crudo? ¿Contribuiría a
la destrucción de puestos de trabajo relacionados con el sector
terciario?
No obstante, no todo son opiniones
negativas; y es que la posible extracción de petróleo en aguas
canarias satisfacería un 10% de la demanda española; además, la
producción diaria ascendería a 140.000 barriles durante veinte
años, suponiendo un ahorro energético de 28.000 millones; lo cual conllevaría la estabilización del tradicional déficit energético
español.
Según las palabras del ministro, la
actividad económica derivada de la posible extracción de
combustible podría complementar el modelo productivo
turístico canario; y es que muchos niegan un impacto negativo sobre
el turismo. Sobre el papel, la producción del crudo supondría un
incentivo para la actividad mecánica industrial; la industria
eléctrica; el aprovisionamiento de buques relacionados con la
extracción; y un empuje para el comercio, los servicios y la
ocupación de hoteles.
Por otra parte, Marruecos ya ha
iniciado la búsqueda del oro negro, autorizando prospecciones en su
franja territorial. Nuestro vecino no dudará un instante en extraer
el crudo si tenemos en cuenta que ningún país se permite el lujo de
no explotar esa clase de yacimientos. Llegados a este punto, el
debate pierde fuerza y se decanta hacia una de las dos partes;
contribuyendo a ello ciertas cuestiones:
¿Está reñida la economía turística
con la extracción de combustibles fósiles? ¿Es Dubai o Noruega un
buen ejemplo de ello? ¿Una actividad petrolífera supone
necesariamente peligro medioambiental? ¿Qué garantías tenemos de
que Marruecos será más respetuosa que Repsol con el medio ambiente?
¿Acaso un escape en aguas marroquíes no afectaría a las costas
canarias de igual modo? ¿Podemos permitirnos prescindir de semejante
actividad económica?
Por otra parte es digno de estudio el
comportamiento de la clase política en este asunto; es decir,
mientras el Partido Popular se negaba en rotundo a realizar
prospecciones petrolíferas en la costa valenciana, nos sorprende su
apoyo a las extracciones en Canarias. ¿Qué diferencia hay entre
Canarias y Valencia? ¿Por qué en Valencia no y en Canarias sí?
¿Qué intereses son los responsables de este doble rasero?
El Gobierno Canario con Paulino Ribero
a la cabeza se niega en rotundo, alegando las desastrosas
consecuencias económicas y ecológicas que supone para el
archipiélago la puesta en marcha del proyecto. No obstante, para el
pensador crítico será fácil averiguar que lo menos que persigue el
presidente canario es el bienestar de su región; su objetivo
primordial es la obtención de un beneficio personal y dejar claras
sus diferencias personales con el señor Soria. Además, los tintes
nacionalistas de su política influyen claramente en su rechazo.
Sin embargo, no acaba aquí el
escandaloso comportamiento de los políticos; ya que el ministro de
Industria, Energía y Turismo fue el mismo que se negó en 2001 a las
prospecciones cuando era Vicepresidente del Gobierno canario. Por
tanto, ¿Olvidó el señor Soria su negativa de 2001? ¿Olvidar los principios y éticas es una regla general en los políticos?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)