martes, 19 de julio de 2011

Han pasado 75 años (1936-2011)


El 18 de julio se cumplieron 75 años del estallido de la Guerra Civil Española, un conflicto que dividió en dos a España y la sumió en uno de sus más negros capítulos.

Este artículo no lo quiero enfocar desde un punto de vista histórico sino desde las conclusiones que en mí despierta. Como en muchos sucesos históricos, existe una manipulación y distorsión con fines ideológicos o políticos. En este sentido recordaré una frase de Joseph Goebbels: “Una mentira repetida mil veces acaba convirtiéndose en una verdad”.

Debemos preguntarnos imparcialmente por el motivo de la Guerra Civil. De sobra son conocidas las afirmaciones acerca del carácter poco democrático de Franco o su intención de destruir la República desde sus inicios, pero verdaderamente estas afirmaciones no tienen base sólida. Las cosas no son tan sencillas y es que en España se había puesto en marcha un movimiento revolucionario con perspectivas a una bolchevización. Me baso en actitudes y comportamientos de la izquierda (PSOE, PCE...) fuertemente influenciados desde Moscú.

Cualquiera que niegue que Moscú influyó al gobierno de la República está equivocado y es que socialistas y comunistas, del país que fueran (incluida España), estaban influenciados en mayor o menor medida por la URSS. Esa influencia aumentó con el inicio de la guerra y la búsqueda de aliados por parte de los dos bandos. No pretendo librar de pecado a la derecha pero lo cierto es que el comportamiento de la izquierda tuvo muchísimo que ver con el estallido del conflicto, en contra de lo que actualmente se hace: simplificar el porqué.

Por otra parte, durante la dictadura franquista, los únicos que lucharon abiertamente contra el régimen fueron los comunistas, ni rastro de los socialistas que hoy en día se atribuyen haber combatido a Franco;  pretendiendo ganar la guerra después de que éste lleve 30 años muerto.

No pretendo meterme en el fangoso debate de legitimizar a uno de los bandos, simplemente pienso que debemos mirar hacia el futuro, conociendo nuestro pasado pero sin permitir que éste nos impida avanzar. Por tanto, formulo la pregunta de si es conveniente abrir fosas, retirar nombres a las calles, retirar el cuerpo del dictador del Valle de los Caídos...y un sinfín de acciones. Comprendo que los familiares de los fallecidos necesiten saber dónde están enterrados sus parientes pero ¿es necesario levantar tanta polvareda? ¿detrás de todo ésto se oculta un intento de retroceder a 1936?

Me siento en la obligación de repetir algo que ya he escrito y es que tal vez la instauración de una república no sería dañino para España, lo dañino para España sería la mala utilización de ese sistema. No creo que mi afirmación carezca de sentido, teniendo en cuenta pasadas experiencias.

Como reflexión final,  lo peor a lo que puede llegar un país es un conflicto civil que enfrente a compatriotas simplemente por diferencias políticas, culturales o ideológicas.

sábado, 9 de julio de 2011

El amigo Gadafi


Han pasado varios meses desde que la OTAN comenzara su intervención en Libia para apoyar a los rebeldes libios contra el dictador Muamar Gadafi. Un dictador que ha pasado de ser amigo de Europa a convertirse en el mayor enemigo de Occidente. 

No obstante, las cosas no son tan sencillas y es que ¿ahora se condena al régimen de Gadafi? ¿por qué todos callaban cuando hacia visitas de Estado a Europa? ¿acaso no era igual de dictador que ahora?


Para muchos la respuesta es muy fácil y es que Europa ansía los recursos naturales de Libia. No sé si ésta es la auténtica razón de la intervención en el país africano, pero lo que sí tengo claro es que Europa ha actuado con doble rasero, siendo esto una de las causas de su decadencia. Gadafi es el mismo hombre que dio la mano al señor Zapatero y que el señor Aznar calificó como “amigo extravagante” de Europa.

Un amigo cuyas últimas declaraciones han sido: "Cientos de libios se convertirán en mártires en Europa. Yo os digo, ojo por ojo y diente por diente, pero nosotros les daremos la oportunidad de entrar en razón. La OTAN lo lamentará cuando la guerra llegue a Europa, el pueblo libio no tiene problemas. Son los poderes coloniales los que tienen un problema. Quieren controlar nuestro petróleo. Están celosos porque Dios no ha dado el regalo del petróleo. Las Islas Canarias, Sicilia, otras islas del Mediterráneo y Andalucía han sido territorio árabe y deben ser liberados”.

Parece que Gadafi no se da cuenta que sus mártires ya están actuando en Europa, siendo capaces de llevarse por delante a cualquiera con tal de estar al lado de Alá. Estas palabras han de servir para que nos concienciemos del peligro real que corre Occidente frente al Islamismo radical.